Los 82 Consejos de Gurdjieff a su hija para vivir libremente

Los 82 Consejos de Gudjieff son una serie de recomendaciones del mísitico ruso a su hija para con seguir una vida libre y plena. Este manual vital persigue el objetivo que, durante toda su vida, el filósofo intentó pregonar y llevar a cabo. Son 82 consejos para vivir libremente y conseguir la desprogramación del espíritu de todas las personas. Aquí tienes los 82 Consejos de Gudjieff:

1. Fija tu atención en ti mismo; sé consciente en cada instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.
2. Termina siempre lo que comenzaste.
3. Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.
4. No te encadenes a nada que a la larga te destruya.
5. Desarrolla tu generosidad sin testigos.
6. Trata a  cada persona como si fuera un pariente cercano.
7. Ordena lo que has desordenado.
8. Aprende a recibir; agradece cada don.
9. Cesa de autodefinirte.
10. No mientas ni robes; si lo haces, te mientes y robas a ti mismo.
11. Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.
12. No desees ser imitado.
13. Haz planes de trabajo y cúmplelos.
14. No ocupes demasiado espacio.
15. No hagas ruidos ni gestos innecesarios.
16. Si no la tienes, imita la fe.
17. No te dejes impresionar por personalidades fuertes.
18. No te apropies de nada ni de nadie.
19. Reparte equitativamente.
20. No seduzcas.
21. Come y duerme lo estrictamente necesario.
22. No hables de tus problemas personales.
23. No emitas juicios ni críticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos.
24. No establezcas amistades inútiles.
25. No sigas modas.
26. No te vendas.
27. Respeta los contratos que has firmado.
28. Sé puntual.
29. No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.
30. Habla sólo lo necesario.
31. No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.
32. Nunca amenaces.
33. Realiza tus promesas.
34. En una discusión, ponte en el lugar del otro.
35. Admite que alguien te supere.
36. No elimines, sino transforma.
37. Vence tus miedos; cada uno de ellos es un deseo que se camufla.
38. Ayuda al otro a ayudarse a sí mismo.
39. Vence tus antipatías y acércate a las personas que deseas rechazar.
40. No actúes por reacción a lo que digan, bueno o malo, de ti.
41.  Transforma tu orgullo en dignidad.
42.  Transforma tu cólera en creatividad.
43.  Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.
44.  Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro.
45.  Transforma tu odio en caridad.
46. No te alabes ni te insultes.
47. Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera.
48. No te quejes.
49. Desarrolla tu imaginación.
50. No des órdenes sólo por el placer de ser obedecido.
51. Paga los servicios que te dan.
52. No hagas propaganda de tus obras o ideas.
53. No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatía, complicidad.
54. No trates de distinguirte por tu apariencia.
55. Nunca contradigas, sólo calla.
56. No contraigas deudas; adquiere y paga en seguida.
57. Si ofendes a alguien, pídele perdón.
58. Si lo has ofendido públicamente, excúsate en público.
59. Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.
60. No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció.
61. No conserves objetos inútiles.
62. No te adornes con ideas ajenas.
63. No te fotografíes junto a personajes famosos.
64. No rindas cuentas a nadie; sé tu propio juez.
65. Nunca te definas por lo que posees.
66. Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.
67. Acepta que nada es tuyo.
68. Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di sólo sus cualidades.
69. Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal, considéralo tu maestro.
70. No mires con disimulo; mira fijamente.
71. No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado que les impida invadir toda tu vida.
72. En el lugar en el que habites, consagra  siempre un sitio a lo sagrado.
73. Cuando realices un servicio, no resaltes tus esfuerzos.
74. Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.
75. Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.
76. No trates de ser todo para tu pareja; admite que busque en otros lo que tú no puedes darle.
77. Cuando alguien tenga su público, no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia.
78. Vive de un dinero ganado por ti mismo.
79. No te jactes de aventuras amorosas.
80. No te vanaglories de tus debilidades.
81. Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
82. Obtén para repartir.

Nuestros 82 Consejos

Esta lista de los 82 Consejos de Gudjieff son una auténtica declaración de intenciones para conseguir una vida plena. Nosotros no somos filósofos, ni místicos, ni siquiera escritores, nuestro objetivo es ayudar a tu empresa a crecer y lograr tus objetivos. 

Tampoco tenemos 82 consejos para darte, tenemos muchos más… nos implicamos en tu proyecto empresarial y estamos en el día a día de la comunicación de tu empresa. Si quieres que te expliquemos cual es nuestro nuestro método de trabajo, no dudes en contactar con nosotros.

George Gurdjieff

George Ivánovich Gurdjieff, nació en Alexandropol (Armenia) el 14 de enero de 1866. Fue un escritor, filósofo, místico y compositor que se calificaba a sí mismo como un «simple maestro de danzas».

Su principal obra fue dar a conocer y transmitir las enseñanzas del cuarto camino, una doctrina metafísica, cosmológica y filosófica basada en la creencia de que el ser humano necesita un procedimiento o sistema para despertar (a través del autoconocimiento, atención consciente y del entorno, y sobre todo «el recuerdo de sí»).  Según indican las escuelas de cuarto camino hoy día, hay un tipo de camino para cada tipo de persona y el sentido es encontrar la parte olvidada de sí mismos; en pocas palabras despertar del sueño, de la mal llamada consciencia de vigilia en la cual se está inmerso, que no es más que otra manera de sueño.

El verdadero significado del trabajo de Gurdjieff es fuente de discusión. Igualmente es reconocido como un maestro carismático, que fundamentalmente desarrolló un conjunto de atrayentes ideas místicas y esotéricas.

Gurdjieff fue una personalidad misteriosa y carismática, con un agudo sentido crítico, y una elevada cultura tradicional, acaparó la atención de muchos, guiándolos hacia una posible evolución espiritual y humanitaria. Falleció el 29 de octubre de 1949 en Neuilly-sur-Seine, Francia.

Según los autores​ que han estudiado su obra, sus planteamientos constituyen un conjunto de ideas interrelacionadas muy innovadoras, que tienen el objetivo de producir la evolución consciente en el hombre.

Los 82 consejos de Gurdjieff a su hija son uno de los legados más transcendentes que el filósofo ruso dejó a la sociedad mundial.